Julia Teresa Rodríguez de Diego estudió Filosofía y Letras en la especialidad de Historia Medieval en la Universidad de Valladolid. Una vez que acabó la licenciatura, estuvo disfrutando una beca de investigación en el departamento de Historia Medieval. Después a través de esa beca, tuvo sucesivos contratos cortos, de 2 ó 3 meses en el Archivo de Chancillería de Valladolid, esperando la convocatoria de oposiciones de archivo. Cuando se convocaron oposiciones, se presentó, aprobó y desde entonces, el año 1986, su primer y único destino ha sido el Archivo General de Simancas. Después de ocupar diversos puestos en el centro de Simancas, desde el pasado 15 de mayo, es la nueva directora, un puesto por el que siente «una gran satisfacción pero al vez un poco de vértigo por la responsabilidad que supone ocupar dicho puesto.»
¿Qué puestos ha ocupado en el Archivo General de Simancas, desde que aprobó la oposición?
He desempeñado diferentes puestos. Nada más entrar eres jefe de sección, en 1997 pasé a ser jefe de departamento de descripción y conservación, hasta noviembre de 2009 y desde entonces hasta la actualidad subdirectora y, claro, desde hace unos días, concretamente el 15 de mayo, directora.
Como jefe de sección, te encomendaban una sección, que es cada uno de los conjuntos documentales producidos por un órgano de la administración, por ejemplo, la secretaría de marina, que, en este caso, alberga toda la documentación producida por ese organismo en el siglo XVIII, y dentro de ella te dedicabas a la catalogación y descripción de los fondos. Es decir, extractar lo fundamental de ellos y crear puntos de acceso expresivos para que el historiador pueda acceder directamente a la documentación que necesita, a través de palabras divididas en materias, lugares, personas ó todas a la vez y después un pequeño resumen del contenido del documento. El Archivo, cuenta con inventarios elaborados desde antiguo y en algunos fondos se han dedicado a la catalogación y descripción documento a documento, aunque normalmente se orientaba la descripción a aquellos fondos que fueran más demandados por los historiadores.
Ser jefe de departamento es un puesto superior y en el Archivo General de Simancas hay fundamentalmente tres. En este puesto puedes tener un equipo de persona a tu cargo, que son jefes de sección o ayudantes.
¿Por qué se decidió por el Archivo General de Simancas?
Nunca he tenido ninguna duda respecto a mi destino preferido. Yo vivía en Valladolid y ya había visitado los fondos del Archivo, había visto el grado de atención que se tenía con el investigador y el esmero en ese trabajo y me ataría ya mucho. Tuve la suerte de poder elegir plaza aquí y desde entonces estoy aquí. Si hubiera tenido circunstancias ajenas al trabajo por las que me hubiera tenido que trasladar a otro sitio hubiera estado encantada, porque me gustan todos los archivos, sobre todo los históricos, pero realmente no he tenido esa obligación. El Archivo General de Simancas es un centro donde he estado encantada y quiero acabar aquí mis días profesionales
¿Cree que hay que tener vocación para este trabajo?
La vocación siempre es necesaria pero realmente no creo mucho en ella, a priori, en el sentido de que en un primer momento pensaba dedicarme a la enseñanza y me readapte al mundo de los archivos, muy distinto, ya que entonces era muy silencioso y no tenía contacto con un público al que tuvieras que educar, enseñar ó adiestrar, sino que tenías contacto con el público a través de la sala de investigadores, pero un público al que podías orientar y aprender mucho de él, pero no continuamente como a los niños. Por eso creo que si uno tiene una cierta capacidad de adaptación humana a las distintas circunstancias la vocación viene sin más, es decir, si el trabajo te gusta, ahí se crea una especie de círculo que se retroalimenta y cada vez que conoces una cosa mejor, más la quieres. El afecto por una cosa es fruto muchas veces del conocimiento, el desconocimiento y la ignorancia de algo te puede dar lejanía. Hacia lo que tenía una vocación muy clara era hacia el archivo histórico, el archivo administrativo y vivo, no me atraía. Esa vocación se alimenta con la práctica de la profesión y el conocimiento de las cosas.
¿Cómo se sintió al saber que ocuparía el puesto de directora del Archivo?
Primero una siente satisfacción porque yo lo solicité y quería que me lo concedieran, pero al mismo tiempo sentí una pizca de vértigo que te corre por el cuerpo porque asumir la responsabilidad siempre produce un cierto respeto; y yo respeto tanto al Archivo de Simancas, lo admiro y lo valoro tanto, que el respeto es mayor y siempre hay una pizca de temor porque nunca sabes como vas a poder desarrollar el cargo. También es cierto que el hecho de haber vivido tanto tiempo en el archivo hace que crees afectos muy directos, lo consideres tu propia casa y eso también consuela y alivia, porque uno se siente más libre que en un destino completamente nuevo.
¿Qué cambio ha supuesto para usted pasar de subdirectora a directora del centro?
Mientras estuvo ocupada la dirección ese sentido de la responsabilidad que sólo recae en el director, efectivamente tu lo compartes, pero no es exclusivo y, por lo tanto, es menor. Y ahora si es exclusivo hasta que haya figura de subdirector o subdirectora. Pero en el ejercicio de las funciones no mucha diferencia porque desde el puesto de subdirector prácticamente convives con todas las responsabilidades y estás en contacto con todos los problemas y eso en definitiva te prepara y quita después acero y dureza al ejercicio de la dirección.
Yo creo que la figura de un subdirector o subdirectora debe estar implicada, conocer todos los problemas y estar implicado hasta cierto punto, porque no cabe duda de que la responsabilidad final es del director. Pero puede que en cualquier momento, por cualquier circunstancia tenga que asumir su puesto, por ejemplo, una baja, una enfermedad, una ausencia, (…), y te enfrentas con más seguridad y libertad y con más recursos si has estado avezado ya. Yo lo noto en el ejercicio ordinario, aunque yo de todas formas tuve que desarrollar una dirección en funciones durante casi 6 meses, desde principios de diciembre hasta el nombramiento, el pasado 15 de mayo.
¿No se había planteado antes ser directora?
No. Digamos que he desarrollado un curso profesional lógico y estaba a gusto en el puesto de subdirectora, lo que pasa que al trasladarse el antiguo director me pareció que tenía un deber moral con el archivo y me pareció opotuno solicitarlo, pero no había sido una obsesión para mí en ningún caso.
¿Qué funciones realiza en este nuevo puesto en el Archivo?
Un director tiene que velar o asegurar el buen cumplimiento de todos los servicios del centro. Ahora prácticamente se puede decir que cualquier ciudadano puede venir a sus archivos y tomar contacto con su documentación, las únicas limitaciones que se le imponen son las del propio documento, por su lectura, su dificultad, (…), y hay personas de muy diverso carácter que viene a trabajar, de dos formas, a través de consulta directa en sala o a través de consulta indirecta en la plataforma de PARES (Portal de Archivos Españoles). Por lo que nuestra función es alimentar con buena información esas plataformas que sirven para difundir esa información y poder incluso obtenerla a través de internet y aquello que no está volcado en la plataforma, porque exige un trabajo previo importante y prolongado, pues ofrecer un buen servicio directo en el propio centro.
En resumen, una de las principales funciones es velar porque la información que se pueda obtener tanto a través de la red como directamente en la sala de consulta sea de la mayor calidad posible y los servicios que la presten funcionen lo mejor posible.
Pero también para satisfacer este servicio, hay otros servicios adicionales que son igualmente importantes, el que reproduce esa información que le interesa al usuario a través de la imagen digital, a través de fotocopias; el que restaura esos documentos para que no se pierdan… De manera que cualquiera de esos servicios que falle ya está fallando realmente algo, y así la propia imagen del archivo se deteriora, por eso concedo la misma importancia a todos.
¿De que nacionalidades son los investigadores que trabajan en el Archivo?
Los investigadores suelen venir de prácticamente todos los países. Teniendo en cuenta que la documentación que hay en Simancas fundamentalmente pertenece a ese periodo donde la monarquía tenía una proyección casi universal, tremendamente internacional y afectaba no solo al ámbito europeo, sino también al extra-europeo, se puede decir que todos los continentes están reflejados. Principalmente Europa, pero también el norte de África, también hay muchísima información indirecta de América contenida en la documentación, Oceanía y Asia. Ahora bien, los principales usuarios , los del ámbito europeo y de aquellos territorios que pertenecieron a la monarquía en su momento, Italia tiene un protagonismo fuerte, por eso destacan los italianos, pero también ingleses, irlandeses, franceses y americanos, porque no es que elaboren la propia historia de sus territorios, es que el historiador americano trata de analizar como funcionaban realmente todos los mecanismos de poder y los principales poderes y estados en un territorio determinado en el siglo XVI o XVII en Europa.
¿Qué actividades profesionales se realizan en general en el Archivo?, ¿con qué departamentos cuenta el Archivo?
Hay un departamento amplio y fundamental que es el de descripción. Ese fundamentalmente controla todos los aspectos relacionados con la información que se ofrece al investigador a través de la plataforma de PARES a través de Internet, que se publica con mucha rapidez. La red obliga a que ese trabajo hay que hacerlo con unos criterios generales de normalización, fácilmente exportable a otras plataformas, con lenguajes descriptivos comunes, para que cualquier país o territorio puede acceder fácilmente a ellos.
Unido a él está el de conservación, que tiene como finalidad asegurar la buena conservación de los fondos del Archivo. Conservación preventiva para evitar fracturas ó roturas de los papeles, por eso se está haciendo un trabajo importante de reinstalación de los documentos, pasándolos a cajas para prevenir más del polvo o de los desgarros que puedan producir las cuerdas o los atados que los conservaban anteriormente. Dentro de la conservación preventiva, el trabajo de limpieza es un factor fundamental porque el polvo es un elemento degradante y así, se evita que caiga encima de los documentos o si cae, retirarlo rápidamente.
Junto a la conservación está el taller de restauración de los documentos. Allí, se restauran los fondos que están afectados por diferentes patologías como la humedad. Son restaurados y rehabilitados a la vida ordinaria.
Después hay más departamentos. El departamento de referencias, que a través sobre todo de la red o también del correo ordinario, está remitiendo continuamente información a todas las personas que lo soliciten por red. Es un trabajo inmenso, porque cualquier persona tiene un ordenador, y cualquiera tiene interés histórico e interés por el pasado, por lo que tiene fácilmente a su alcance una información. No tiene más que escribir un correo, sobre un tema y se le dice en qué medida está reflejado aquí ese tema, que puede consultar, que no puede consultar… o a veces se le da la información directa. Es un departamento muy importante y con mucha actividad.
Además hay otro departamento, el departamento de difusión, que en la actualidad tiene que ver con las actividades que se desarrollan cara a cada vez un público más amplio, que es necesario atraer a los archivos, no porque vayan a ser historiadores potenciales, que también, sino porque tienen derecho a conocer la realidad de los archivos, este tipo de instituciones, su actividad, y de algún modo, vincularse afectivamente con su pasado y con su historia.
Y en ese sentido, las obras tienen mucho que ver ya que uno de los objetivos de las obras era que al liberar espacios que antes estaban ocupados como zonas de depósitos, se creara un circuito general y libre que permitiera visitas diarias y, así, permitir que la gente conozca la realidad del archivo, que en sí misma es extraordinaria como primer edificio del mundo concebido como archivo, y a través de las salas de exposiciones que tome contacto con la documentación. Después los visitantes pueden ver un vídeo y conocer las actividades que se realizan en su interior, algo que se ha incentivado mucho desde que se acabaron las obras, porque antes cualquier visita interrumpía la vida diaria del archivo, de los investigadores.
Por lo tanto, este departamento controla todo lo relativo a las visitas, al préstamo de documentación al exterior, la elaboración de exposiciones en el interior y sobre todo una cosa que se va a potenciar ahora, la creación de un gabinete pedagógico, destinado a alumnos de 1º y 2º de bachillerato y para cursos inferiores. Un gabinete que aún no está en marcha, sólo ha habido prácticas de ensayo pero estamos pendientes de que se publique un proyecto para que todos los profesores y los centros interesados puedan utilizarlo. Ese proyecto didáctico tiene un apartado que se trabaja en las clases y una parte de prácticas que se realiza aquí. Está centrado en el tema del espionaje en la edad moderna, muy atractivo para los chavales, y que por otro lado, constituía una actividad fundamental para dar información, que era la clave del ejercicio del poder.
Además, se dedica a impartir las clases de un master en colaboración con las universidades, ¿en qué consiste exactamente esa colaboración?
Desde la implantación del plan Bolonia las universidades dan estudios de master específicos a sus alumnos. Los alumnos de historia tienen una parte de prácticas, que le llaman el practicum, que tiene su proyección sobre todo en los archivos. Todos los años, desde hace cuatro, tenemos alumnos de distintas universidades, normalmente procedentes de las universidades de Salamanca, Cantabria y la Autónoma de Madrid, que a través de un convenio y durante 2 semanas los estudiantes reciben aquí las clases necesarias para conocer la realidad del archivo y aprender a buscar y a entender la información.
¿Qué actividades tenéis previstas próximamente en el Archivo? ¿Una exposición…?
Se está preparando una exposición muy atractiva para verano u otoño, que aún falta por confirmar. En este momento aún mantenemos la muestra sobre las embajadas japonesas.
La jornada de puertas abiertas, es un día importante para dar a conocer el centro, se enfrenta al primero como directora, ¿qué espera de ese día?, ¿qué diría a la gente para que se animase a visitar el centro?
Todos los años ha sido exitosa, también por su emplazamiento y su vista exterior de castillo que atrae mucho al personal. Ese día se establece un horario de visitas de 10:00 a 19:30 horas y la duración de cada visita es de hora y media, una jornada que implica un recorrido por todas las estancias, los espacios más atractivos y, así, conocer las funciones de un archivo. No se admiten más de 25 personas por cada visita, porque no se apreciaría bien el centro, así que, normalmente siempre hay un número fijo de visitantes en el horario previsto. Por ejemplo, ver como se puede integrar un documento al que le faltan trozos de papel es muy llamativo y sólo se puede ver ese día.
¿Qué valor tiene para usted trabajar en un centro de tanta importancia?
Tiene un valor enorme y siempre es una fuente de responsabilidad añadida, que infunde saisfacción y alegría y ese temor de estar a la altura de las circunstancias. Tienes que desarrollar una labor buena porque lo merece el archivo, todos los archivos lo merecen, pero Simancas es especial, así lo siento yo.
¿Qué es lo que más le gusta del Archivo?
Lo que más me gusta es el archivo en sí mismo como proyecto y sus fondos documentales.
Y a la hora de trabajar, ¿qué es lo que más y lo que menos le gusta?
Lo que más estar en contacto directo con los documentos y la descripción, en estos puestos se echa de menos.
Lo que menos me gusta, es no llegar a resolver problemas que afectan a la gente, que tienes poco margen de actuación y te ves con muchas limitaciones para poder resolverlo. Por ejemplo, los problemas de personal preocupan mucho, porque afecta directamente a las personas y es el punto más doloroso, aunque mientras puedas mantener los puestos de trabajo con dignidad y dignificados lo más posible, pues esta satisfecho, pero cuando se producen recortes, cuando no se cubren los puestos o cuando consideras que no está bien reconocido el trabajo, sufres, porque además el margen que tienes de maniobra es muy pequeño. Aquí nadie ha perdido su puesto de trabajo pero siempre tienes el miedo de que pueda llegar a producirse.
¿Qué proyectos le espera al Archivo en el futuro?
Intensificar en la medida de lo posible los trabajos de descripción, con los trabajos de difusión. Que cada vez llegue más información a esa red y que pueda llegar a más puntos y aumentar la difusión en otros aspectos como, por ejemplo, dar vida al gabinete pedagógico. Además, los proyectos expositivos van a ser permanentes, aunque no van a ser exposiciones grandiosas sino acomodadas a la austeridad de los tiempos.
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